La semilla de MANÁ germinó durante la década de los ochenta en la ciudad mexicana de Guadalajara, cuando un grupo de adolescentes, con muchas ambiciones y un bongó, crearon una banda llamada Sombrero Verde que, a partir de interpretar covers de grupos a los que admiraban (Beatles, Stones, Led Zeppelín y The Police), tuvieron la osadía de lanzarse a componer un rock propio que asumió sus raíz latina y que fue escrito en español aún antes de que esto fuera una tendencia. Fue así como Fernando Olvera y los hermanos Calleros (Ulises, Juan Diego y Abraham), en compañía de Gustavo Orozco, alimentaron una incipiente escena en su ciudad natal y en la región. Un par de grabaciones -con los sellos Ariola y Fonovisa-, dan cuenta de la frescura de su propuesta musical, característica que MANÁ ha conservado a lo largo de su exitosa carrera.
Buscando renovarse, la banda adopta el nombre que le daría proyección internacional: MANÁ. Con Fher Olvera como vocalista y los hermanos Ulises y Juan Diego Calleros en guitarra y bajo, respectivamente, la formación fue completada con el ingreso de un joven y extraordinario baterista de origen cubano-colombiano, Alex González. El nombre MANÁ fue elegido por el significado que tiene en polinesio: “energía positiva”, y no precisamente por sus connotaciones bíblicas. Pero el cambio sí les vino como caído del cielo, pues significó la oportunidad de alcanzar el profesionalismo y así perseguir el éxito que se les había negado.
En 1986, MANÁ firma con la disquera Polygram y da comienzo a una nueva era editando un disco homónimo que participa de manera importante en el movimiento musical “Rock en tu idioma”, mismo que abrió el mercado para la música escrita en español y proponiendo una alternativa más propia en un medio tradicionalmente dominado por la música en inglés. A pesar de haber obtenido cierto éxito, esa primera grabación como MANÁ no deja del todo satisfechos a sus creadores. Al tratar con una disquera, el grupo tuvo que defender su propuesta e identidad, que se veía afectada por los intereses comerciales del sello. Era una época en que dominaban los grupos prefabricados y orientados hacia lo que algunos ejecutivos del medio pensaban que era lo que el público deseaba oír. Pero MANÁ se mantuvo firme en su línea, insistiendo en diversos foros alternativos hasta que la compañía Warner Music se interesó por ellos.
Con la década de los noventa vinieron cambios esenciales. Fher y Alex sabían ya de los riesgos que implica ponerse en las manos de un productor que ve a sus grupos más como un producto que como una propuesta artística, por eso optaron por iniciarse en un camino del cual no se han apartado desde entonces: asumir ellos la producción de sus fonogramas. Con esa idea en mente graban el álbum Falta amor, que no obtiene el éxito sino hasta un año después de su lanzamiento y luego de que MANÁ recorre el país ofreciendo más de 350 conciertos. Finalmente, el sencillo “Rayando el sol” se convierte en el primer gran éxito de MANÁ, y con ese tema llegan al gusto de la gente otros como “Perdido en un barco”, “Estoy agotado” y “Buscándola”, lo que significó un primer disco de oro en México. Si bien el reconocimiento no era total, en Ecuador la banda se encontró con un estadio lleno donde 18 mil almas coreaban los temas que todavía en su país no eran tan conocidos.
En 1992 MANÁ enfrenta otro cambio en su alineación con la salida de Ulises Calleros, quien desde entonces se dedica a representar al grupo. Ello significa la llegada de dos nuevos miembros: el tecladista Iván González y el guitarrista César “Vampiro” López. Con esa nueva formación graban en Los Ángeles ¿Dónde jugaran los niños?, álbum que constituye un auténtico parteaguas en la historia del grupo y en la del rock en español, con ventas por más de un millón de copias solamente en Mexico y hasta ocho sencillos encabezando las listas de popularidad en toda la América hispanoparlante. De entre ellos destacan “Vivir sin aire”, “Cómo te deseo”, “Oye mi amor”, “Cómo diablos”, “Te lloré un río” y “Me vale”, temas que se han convertido en clásicos de su repertorio. A continuación vino una gira mundial ofreciendo 268 conciertos en más de 17 países de América, España y Suiza, a donde fueron invitados para participar en el prestigiado Festival de Montreaux. Para el principio del 1994 y por diferencias profesionales y artísticas, Iván González y César López dejan la agrupación a la mitad de la gira. Este disco se convirtió en uno de los mas vendidos en todos los tiempos.
Ahora constituidos como trío, Fher, Alex y Juan Diego deciden terminar la gira internacional se dan a la tarea de capturar en una grabación toda la fuerza y la energía del grupo en vivo, que cristaliza en el álbum doble Maná en vivo. La producción contó con la participación de Gustavo Orozco en la guitarra, Sheila Ríos en los coros y Juan Carlos Toribio, quien hasta la fecha acompaña a la banda en vivo y en estudio, tocando los teclados.
Deseosos de regresar a su formación original como cuarteto, MANÁ audiciona a guitarristas provenientes de distintos países, hasta que finalmente en Aguascalientes México encuentran al talento que buscaban en la persona del guitarrista Sergio Vallín, cuya sorprendente sensibilidad, técnica y versatilidad vienen a darle un lustre distinto al sonido de las guitarras en las producciones de la banda. Con esa nueva formación graban y editan el disco Cuando los ángeles lloran entre Los Angeles y Puerto Vallarta. Esta producción se distingue por una notable evolución en la lírica y el sonido del grupo.
Con demos hechos en Guadalajara y Puerto Vallarta, el disco fue producido en Los Ángeles y les permitió una primera nominación al premio Grammy, el más importante en la industria discográfica. De esa grabación se desprenden importantes sencillos como “Déjame entrar”, “No ha parado de llover” y “Hundido en un rincón”. El tour incluyó cuatro llenos totales en el Radio City Music Hall en Nueva York y los llevó a presentarse en Puerto Rico, país donde la salsa y los ritmos tropicales son preferidos y en donde la presencia de MANÁ derivó en un boom de bandas de rock. Con esta gira Maná tocó sobre 230 shows.
Los problemas del medio ambiente han sido desde siempre una de las preocupaciones de MANÁ, que en varios de sus temas había tocado la crisis ecológica que experimenta el planeta. Pero no basta sólo con decirlo y denunciarlo, hay que tomar el asunto en nuestras propias manos (las de toda la humanidad) porque los gobiernos no pueden solos con el paquete. Para MANÁ, pasar del dicho al hecho en materia de preservar nuestro planeta consistió un crear la Fundación Selva Negra, que colabora activamente con gobiernos y particulares para garantizar a nuestros hijos un planeta dónde vivir. Es mucho lo que falta por hacer, y MANÁ es una organización a la que no le gusta cruzarse de brazos ante lo adverso. Desde su creación, Selva Negra a financiado y apoyado importantes proyectos a favor de un medio ambiente saludable.
El siguiente álbum surgió de la ambición de crear música en un ambiente donde el agua, elemento vital como pocos, fuera una presencia contundente. Por eso, el disco fue concebido frente al mar de Puerto Vallarta, sitio importantísimo en el Atlas creativo de MANÁ. Incontables atardeceres frente al océano fueron el marco idóneo para concebir Sueños líquidos, álbum producido también por Fher y Alex, en colaboración con Benny Faccone. El resultado fue una energética mezcla de rock y ritmos latinos que van desde el bosanova hasta el flamenco, pasando por la cadencia caribeña del reggae. Importantes sencillos como “El muelle de San Blas”, “Hechicera” y “Clavado en un bar” se desprenden de esta producción. Por primera vez en la historia de la banda, el nuevo disco fue lanzado al mercado mundial apareciendo simultáneamente en 36 países. También por primera vez, les permitió ganar el Grammy. La producción sonó fuerte en la Unión Americana y MANÁ se convirtió en la primera banda de rock en español que se presentó el El Show de Kathie Lee & Regis, emisión líder de audiencia en la televisión estadounidense.
Con Hispanoamérica conquistada, MANÁ no había podido triunfar del todo en España. Por ello lanzan en 1999 una recopilación de sus mejores temas hasta la fecha, que aparece exclusivamente en la península ibérica. El disco preparó el terreno para que, un año más tarde, MANÁ sonara fuerte en la madre patria.
A finales de diciembre de 1998, Fher recibió una llamada de alguien que decía ser Carlos Santana. Al principio creyó que se trataba de una broma, pero una vez confirmada la identidad de su interlocutor, la banda recibió una invitación que resultaría definitiva: colaborar con un tema en Supernatural, álbum de duetos que reposicionó al extraordinario guitarrista jalisciense en el mercado mundial tras un periodo de siete años sin presentar nuevas grabaciones en estudio. MANÁ participó con “Corazón espinado”, composición de Fher que fue lanzado como uno de los sencillos de un álbum con récord de nueve Grammys obtenidos. La grabación se lanzó en más de 50 naciones y permitió que MANÁ fuera conocido en países de Europa, Asia y el Medio Oriente. A continuación vino una extensa gira por México y Estados Unidos que, bajo el título de “Jalisco Power”, reunió en un mismo escenario a los dos más grandes artistas de rock que ha dado la tierra del tequila: Carlos Santana y MANÁ. Juntos, participaron en la entrega de los Grammys de ese año y aparecieron en el Tonight Show con Jay Leno, uno de los programas más vistos en los Estados Unidos.
Luego de mucha insistencia, MANÁ decide aceptar la propuesta de MTV y produce un disco y DVD con versiones acústicas de sus mejores temas, grabados en un ambiente reposado e intimista. El resultado fue un unplugged que se destaca entre los más vendidos de la serie promovida por el canal de videos, incluyendo los de artistas angloparlantes. Por ese desenchufado MANÁ recibió dos Grammys y logró consolidarse en España, donde logró llenos totales en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid. También los llevó a Caracas, Venezuela, donde compartieron escenario con Rubén Blades y establecieron un vínculo de amistad que más tarde rendiría nuevos frutos. Este :”unplugged” se convirtió en unos de los más vendidos de la serie y uno de los discos mas vendidos de la discografía de Maná.
GRANDES MANÁ (2001)
Este álbum compilatorio fue editado con el objetivo de entrar al mercado de Italia y Alemania, países donde la barrera del idioma había sido un obstáculo para difundir su música y en donde se presentaron en pequeños foros. La estrategia daría resultado un par de años después.
Invitado por el renombrado cantautor cubano Pablo Milanés, Fher participa en el disco de duetos Mi querido Pablo, cantando con el isleño el tema “Si ella me faltara alguna vez”.
En la búsqueda de mezclar su esencia con el sonido del rock de los sesentas y setentas, MANÁ graba Revolución de amor, disco para el que utilizan instrumentos y la tecnología de aquellos días, sabiamente complementada con modernas plataformas de sonido digital. Grabado en Los Angeles, el resultado de la producción fue una colección de grabaciones completamente energéticas, con un sonido que privilegia el de las guitarras pero que no renuncia a la búsqueda y la fusión. De ese disco, que ganó otro Grammy, se desprenden los sencillos “Ángel de amor”, “Mariposa traicionera” y “Eres mi religión”, mismo que fue relanzado en 2003 a dueto con Zucchero para el mercado italiano. A su vez, MANÁ recibió la invitación del popular cantante para tocar en una versión especial de “Baila morena”. Tambien se encuentra en esta disco, la participación de Carlos Santana en el tema “Justicia, Tierra y Libertad” y Ruben Blades en “Sabanas Frías”.
La gira que vino a continuación ha sido la más ambiciosa de MANÁ hasta la fecha, ofreciendo 250 conciertos masivos con una calidad de audio e iluminación digna de los mejores foros en el mundo y pisando por primera vez importantes escenarios en Roma, Milan, Río de Janeiro, Sao Paolo, Berlín, Munich, Stuggart y Hamburgo, en una gira por 24 países.
A principios de 2004 el grupo pone en el mercado una edición especial de tres discos llamada “MANÁ esenciales”, que compila versiones remasterizadas de los temas más significativos de la banda, incluida una canción inédita, “Te llevaré al cielo”, canción que se coloca en los primeros lugares de popularidad en la radio.
Mientras MANÁ se toma un año sabático para recargarse de la energía perdida tras doce años de giras y grabaciones ininterrumpidas, sale al mercado un DVD que documenta al detalle la energía desplegada sobre el escenario. El documento es producto de filmar giras completas y ofrece las versiones más logradas de sus temas en vivo, ilustradas con imágenes registradas en los mejores escenarios del mundo, al tiempo que permite al espectador adentrarse tras bambalinas para conocer al grupo en su medio natural: los conciertos.
La más reciente grabación de MANÁ se realizó en el prestigiado estudio The Hit Factory de Miami, y nos ofrece un sonido pleno e impecable en trece temas que, respetando la esencia del grupo, se aventuran por las rutas de la reinvención, esa característica que ha permitido a MANÁ mantenerse vigente más allá de modas y tendencias. Renovarse o morir, nada más cierto.
Con este álbum Maná entrega un testimonio indeleble de la experiencia única que se vive en sus shows. “Arde El Cielo”, CD/DVD en vivo, es la culminación de un viaje que empezó en “Amar es Combatir”, disco y gira que marcan un punto cumbre no solo en la carrera de Maná, sino en la música latina y su repercusión internacional.
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